La minería de cobre en México se caracteriza por minas a cielo abierto a gran escala, que extraen vastos depósitos de pórfido de cobre vinculados geológicamente a la orogenia Laramide, un evento tectónico que forma cinturones ricos en cobre en todo el continente americano.
Ubicada en Cananea, Sonora, Buenavista del Cobre es la mina de cobre más grande de México y uno de los depósitos de pórfido de cobre más grandes del mundo. Las dos plantas concentradoras de la mina procesan 82,000 y 100,000 toneladas por día (tpd), respectivamente, mientras que las plantas de extracción por solventes/electroobtención (SX-EW) producen cátodos de cobre de alta pureza.
También en Sonora, cerca de Nacozari, La Caridad es otra operación emblemática de Grupo México. El mineral se procesa en una concentradora in situ con una capacidad de molienda de 77,000 tpd, seguido de la fundición y refinación en instalaciones cercanas para producir ánodos de cobre con una pureza del 99.2%.
El proyecto cuprífero Santo Tomás en Sinaloa es una mina a cielo abierto emergente que busca un yacimiento de pórfido de cobre. A diferencia de Buenavista y La Caridad, Santo Tomás aún se encuentra en desarrollo, con planes para un circuito de procesamiento que incluye trituradoras giratorias primarias, trituradoras de cono secundarias y rodillos de molienda de alta presión (HPGR) terciarios. El proyecto destaca el potencial de México para nuevos descubrimientos de cobre a lo largo de la Faja Laramide.
La minería de cobre implica un proceso de múltiples etapas para extraer y refinar el cobre a partir del mineral, donde las plantas trituradoras de piedra juegan un papel fundamental en la preparación del mineral para su procesamiento posterior. El proceso comienza con la extracción, seguida de la trituración, molienda y concentración, adaptado al tipo de mineral—sulfuro u óxido.
La mayoría de las minas de cobre mexicanas, como Buenavista y La Caridad, emplean minería a cielo abierto, donde el mineral, la roca estéril y el mineral de lixiviación se perforan, se vuelan y se transportan mediante camiones diésel-eléctricos. Los métodos subterráneos se utilizan en minas como Cozamin en Zacatecas para minerales de mayor ley.
Después de la extracción, el mineral se transporta a trituradoras primarias para reducir rocas del tamaño de cantos rodados a fragmentos del tamaño de una pelota de golf o grava. Trituradoras secundarias y terciarias reducen aún más el material a partículas finas, preparándolo para la molienda.
Los minerales de sulfuro se someten a flotación por espuma, donde el mineral triturado se mezcla con agua y reactivos para separar los minerales de cobre de la ganga (roca estéril). El concentrado resultante, típicamente con un 24–26% de cobre, se funde y refina. Los minerales oxidados se procesan mediante lixiviación en pilas y SX-EW para producir cátodos de cobre.
Las plantas trituradoras de piedra son la columna vertebral del procesamiento del mineral, asegurando que se reduzca a un tamaño adecuado para la molienda y concentración. Estas plantas generalmente consisten en:
Ubicadas cerca o dentro del tajo, las trituradoras primarias, como las giratorias o de mandíbula, reducen grandes bloques (de hasta 1 metro) a rocas del tamaño de grava (10–20 cm).
Las trituradoras de cono secundarias y las HPGR o de impacto terciarias reducen aún más el mineral a partículas finas (1–2 cm o menores) para la molienda. En Santo Tomás, el circuito planificado incluye trituradoras de cono secundarias y HPGR para una reducción eficiente del tamaño de partícula.
El mineral triturado se transporta mediante bandas a cribas que separan el material de tamaño adecuado para la molienda, mientras que las partículas sobredimensionadas se devuelven para su trituración adicional.
Las plantas trituradoras de piedra modernas en minas de cobre mexicanas aprovechan tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia, reducir tiempos de inactividad y cumplir con regulaciones ambientales. Estos avances son cruciales para manejar los depósitos de pórfido de cobre, duros y abrasivos, comunes en México.
Trituradoras Giratorias de Alta Capacidad: Las plantas concentradoras de Buenavista utilizan trituradoras giratorias capaces de procesar hasta 100,000 tpd. Estas trituradoras cuentan con diseños de revestimiento optimizados que extienden la vida útil a 100 millones de toneladas (aproximadamente 13,000 horas operativas), reduciendo la frecuencia de mantenimiento.
Rodillos de Molienda de Alta Presión (HPGR): Utilizados en proyectos como Santo Tomás, los HPGR proporcionan trituración terciaria eficiente en consumo energético, reduciendo el mineral a partículas finas con menor consumo eléctrico que las trituradoras tradicionales.
Las minas mexicanas de cobre enfrentan desafíos únicos debido a la naturaleza dura y abrasiva de los depósitos de pórfido. Las trituradoras deben ser robustas, con revestimientos resistentes al desgaste (por ejemplo, acero al manganeso o aleado) para soportar operaciones prolongadas. En Buenavista, los diseños optimizados de Metso han duplicado la vida útil de los segmentos cóncavos, minimizando los tiempos de inactividad.
Las regulaciones ambientales en México se han endurecido, especialmente después del derrame en Buenavista, donde 40,000 metros cúbicos de aguas residuales con ácido sulfúrico contaminaron ríos locales.
La mina Buenavista del Cobre se destaca no solo por su enorme escala de producción de cobre, sino también por su planta trituradora de piedra de última generación, que marca un referente en la industria minera mexicana.
La instalación trituradora de Buenavista del Cobre fue recientemente modernizada como parte de un importante proyecto de expansión orientado a incrementar la capacidad de procesamiento de la mina. La planta renovada es capaz de manejar más de 90,000 toneladas métricas de mineral por día.
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