
La producción de áridos es un pilar fundamental de los sectores de construcción e infraestructura en México. Los áridos —piedra triturada, grava y arena— son materias primas esenciales para carreteras, puentes, viviendas, presas y desarrollos industriales. La rápida urbanización de México, la expansión de la red de carreteras y la demanda sostenida de construcción residencial y comercial han convertido a los áridos en uno de los materiales minerales más producidos en el país.
Pequeñas canteras locales que suministran materiales básicos a pueblos cercanos utilizando sistemas simples de trituración y cribado.
Grandes plantas industriales de trituración operadas por importantes empresas de construcción y cemento, capaces de producir miles de toneladas por día con sistemas totalmente automatizados.
El proceso de producción de áridos comienza con la extracción de roca en bruto de una cantera o tajo. El método elegido depende de la dureza de la roca, la geometría del depósito, las regulaciones ambientales y la escala de producción.
En depósitos de caliza más blandos, especialmente en el centro de México, puede utilizarse excavación mecánica. Excavadoras hidráulicas, cargadores o mineros de superficie extraen el material sin voladura.
Después de la extracción, el material en bruto se transporta mediante camiones de acarreo o cintas transportadoras a un alimentador primario, como un alimentador vibratorio tipo grizzly, que regula el flujo de material hacia el sistema de trituración y elimina partículas finas antes de la trituración primaria.
La trituración primaria es la primera etapa de reducción de tamaño en el proceso de producción de áridos. Su objetivo es reducir grandes rocas en piezas más pequeñas adecuadas para el procesamiento secundario.
Las trituradoras de mandíbula son los equipos primarios más utilizados en México.
Normalmente reducen rocas de tamaños de 1,000 mm o más hasta 100–250 mm.
En plantas de gran escala, especialmente aquellas que abastecen fábricas de cemento o proyectos de infraestructura importantes, se usan trituradoras giratorias.
El material resultante de la trituración primaria generalmente oscila entre 100 mm y 250 mm, dependiendo del tipo de trituradora y sus ajustes. Este material luego se transporta a trituradoras secundarias para una reducción adicional.
La trituración secundaria desempeña un papel crucial en la producción de áridos de grado constructivo. En esta etapa, el material proveniente de la trituradora primaria se reduce a tamaños adecuados para el cribado y el uso final.
Las trituradoras de cono se utilizan ampliamente en México para la trituración secundaria, especialmente con materiales duros y abrasivos como el basalto.
Las trituradoras de impacto se utilizan comúnmente para aplicaciones con caliza.
No todas las operaciones de áridos requieren trituración terciaria o cuaternaria. Estas etapas se emplean cuando se necesitan productos de alta especificación o materiales finos.
Las VSI son las máquinas más comunes utilizadas en esta etapa en México. Operan acelerando partículas de roca contra otras partículas o superficies duras.
La etapa final de la producción de áridos es el cribado y la clasificación, donde el material triturado se separa en tamaños estandarizados.
Las plantas de áridos mexicanas utilizan típicamente cribas vibratorias de múltiples niveles.
Las cribas pueden tener dos, tres o cuatro niveles dependiendo del número de productos finales requeridos.
Después del cribado, los áridos se clasifican en categorías estandarizadas, como:
Un cribado adecuado garantiza el cumplimiento de las normas mexicanas e internacionales de construcción y asegura un rendimiento confiable en la aplicación final.
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