La trituración de basalto requiere equipos robustos capaces de manejar su alta dureza (escala de Mohs 5-7) y abrasividad. Diferentes trituradoras son adecuadas para diversas etapas del proceso de trituración, cada una ofreciendo ventajas únicas.
Las trituradoras de mandíbulas son las piezas clave de la trituración primaria, diseñadas para manejar grandes rocas de basalto de hasta 425 mm. En México, las trituradoras de mandíbulas son ampliamente utilizadas en canteras debido a su capacidad para procesar materiales grandes y duros de manera eficiente. Por ejemplo, la trituradora de mandíbulas PE-900×1200 se utiliza comúnmente por su alta capacidad de producción y fiabilidad.
Las trituradoras de cono se emplean en las etapas de trituración secundaria y terciaria. Las trituradoras de cono son especialmente efectivas para el basalto debido a su capacidad para manejar materiales duros y abrasivos, produciendo agregados bien formados adecuados para asfalto y concreto.
Las trituradoras de impacto se utilizan para la trituración secundaria, empleando fuerzas de impacto de alta velocidad para romper el basalto. Sin embargo, las trituradoras de impacto destacan por producir partículas bien formadas con un índice de escamosidad más bajo, lo que las hace valiosas para aplicaciones específicas. En México, a menudo se utilizan en combinación con otras trituradoras para refinar la forma de las partículas.
Las trituradoras VSI están especializadas en la fabricación y conformado de arena, utilizadas en la etapa final del procesamiento de basalto. Las trituradoras VSI mejoran la morfología de las partículas, reduciendo las partículas en forma de aguja y aumentando las tasas de formación de arena. Modelos como la VSI6X son populares en México para producir arena manufacturada de alta calidad para concreto y asfalto.
Las trituradoras móviles, que incluyen unidades móviles de mandíbulas, conos y VSI, ofrecen flexibilidad para los diversos sitios de canteras en México. La planta de trituración móvil, que combina trituradoras de mandíbulas y cono, es un ejemplo de una solución versátil para el procesamiento de basalto.
El proceso de trituración de basalto generalmente involucra tres etapas: trituración gruesa, trituración media/fina y fabricación/formado de arena. Cada etapa aborda desafíos específicos, como el alto contenido de partículas en forma de aguja y bajas tasas de formación de arena, mientras incorpora innovaciones tecnológicas para mejorar la eficiencia.
Las grandes rocas de basalto se alimentan a una trituradora de mandíbulas a través de un alimentador vibratorio para su reducción primaria. La trituradora de mandíbulas rompe las rocas en tamaños más pequeños (100–50 mm), preparándolas para un procesamiento posterior. Esta etapa es crítica para manejar la alta dureza del basalto y tamaños de alimentación grandes.
El material triturado grueso se transporta a una trituradora de cono o de impacto para la trituración secundaria y terciaria. Las trituradoras de cono son preferidas por su capacidad para producir agregados cúbicos, mientras que las trituradoras de impacto refinan la forma de las partículas. Los tamaños de salida varían entre 32–5 mm.
Las trituradoras VSI o las máquinas de conformado procesan el material en agregados finos (0–5 mm) para la arena manufacturada. Esta etapa mejora la morfología de las partículas, garantizando baja escamosidad y alta cubicidad para aplicaciones de construcción.
La abrasividad del basalto lleva a un desgaste significativo en los componentes de las trituradoras, lo que incrementa los costos de mantenimiento. Además, el alto contenido de partículas en forma de aguja (partículas escamosas) puede comprometer la calidad del agregado, mientras que las bajas tasas de formación de arena limitan la producción de agregados finos. Estos desafíos se abordan mediante:
El basalto triturado es un material versátil que impulsa la infraestructura y los esfuerzos de restauración ambiental en México. Sus aplicaciones están impulsadas por grandes proyectos y estrictos estándares de calidad.
Los agregados de basalto de alto rendimiento deben cumplir con estándares estrictos:
En una operación de trituración de basalto de 50 TPH en Jalisco, México, se utilizó una combinación de una trituradora de mandíbulas (PE-750×1060) y una trituradora de impacto para producir material de base para carreteras. La trituradora de mandíbulas manejó la trituración gruesa, reduciendo las rocas de basalto a 100 mm, mientras que la trituradora de impacto refinó el material a 32–5 mm con un bajo índice de escamosidad. La planta incorporó revestimientos resistentes al desgaste y ajustes hidráulicos para minimizar los costos de mantenimiento.
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