La piedra de río, también conocida como grava de río, se forma típicamente a partir de siglos de erosión y transporte por agua. Este proceso natural produce:
Diseñar una planta de trituración de piedra de río implica más que seleccionar máquinas; requiere un flujo de trabajo sistemático que maximice el rendimiento, minimice el tiempo de inactividad y asegure un tamaño uniforme de los agregados. Un proceso estándar incluye:
Tolva: Almacena las piedras de río después de ser entregadas por camiones o cargadores.
Alimentador Vibratorio: Garantiza un flujo constante de material hacia la trituradora, previniendo picos y reduciendo el desgaste.
Trituradora de Mandíbula: La primera etapa de trituración. Su alta fuerza de compresión es ideal para manejar piedras de río grandes y densas. Los tamaños de entrada pueden variar hasta 500–600 mm, reduciéndose a salidas manejables de 100–150 mm.
Trituradora de Cono: Preferida para piedra de río debido a su capacidad para manejar dureza y producir agregados bien formados.
Trituradora de Impacto (alternativa): Adecuada cuando se prioriza una forma cúbica, aunque los costos de desgaste son mayores.
Criba Vibratoria: Separa la piedra triturada en diferentes tamaños, como 0–5 mm (arena), 5–20 mm, 20–40 mm y >40 mm. El material sobredimensionado se recircula a las trituradoras.
Los transportadores de banda mueven el material entre las etapas. La eficiencia aquí reduce el consumo de energía y aumenta el rendimiento.
Piedra Cruda → Alimentador → Trituradora de Mandíbula → Trituradora de Cono/Impacto → Criba Vibratoria → Transportadores → Agregados Finales
Una planta de 100 TPH (toneladas por hora) significa que el sistema puede procesar y producir 100 toneladas métricas de piedra triturada en una hora bajo condiciones de trabajo estándar. Esta métrica es clave para estimar la productividad y la rentabilidad.
Las piedras de río alimentadas en la planta suelen tener un diámetro de 300–600 mm. Las trituradoras primarias las reducen a trozos de 100–150 mm.
Una planta de 100 TPH bien diseñada equilibra estas fracciones para satisfacer la demanda del mercado. Por ejemplo, los proyectos de base de carretera pueden requerir más 20–40 mm, mientras que la producción de concreto a menudo favorece 5–20 mm.
Un contratista en el centro de Chile instaló una planta de piedra de río de 100 TPH para suministrar agregados a proyectos viales regionales.
Configuración: Trituradora de mandíbula (primaria), trituradora de cono (secundaria) y criba vibratoria de 3 niveles.
Producción: 40% agregados de 20–40 mm, 35% de 5–20 mm, 20% arena manufacturada, 5% sobredimensionado.
En México, un contratista construyó una planta de 120 TPH para procesar grava de río para concreto premezclado.
Configuración: Alimentador vibratorio, trituradora de mandíbula, trituradora de impacto y criba vibratoria.
Producción: Distribución equilibrada de 5–20 mm y arena de 0–5 mm.
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